jueves, 16 de junio de 2011

Secretaria de Educación Pública el proyecto vasconcelista y el nacionalismo.



Creada la  SEP y con Vasconcelos al mando,  se iniciaron las actividades institucionales apoyadas en  todo momento por Obregón. Se  dio la lucha contra el  analfabetismo, se impulsó la escuela rural, se implementó la difusión de las bibliotecas,  se cultivaron las bellas artes, se impulsó la educación media, se editaron libros de texto  gratuitos y se repartieron desayunos escolares entre la población infantil. José Vasconcelos tenía muy claras las actividades que realizaría en la secretaría, para él, el proceso educativo era algo totalmente articulado, de manera que la actividad en ese sentido estuviera dirigida a todos los sectores de la sociedad.

Los cambios educativos que implementó Vasconcelos se vieron también reflejados en la cultura. Recuperó el edificio del Colegio de San Pedro y San Pablo, para tenerlo como sede de la Secretaría, la restauración estuvo a cargo de Roberto Montenegro y parte de los artistas que se integraron al movimiento vasconcelista fueron José Clemente Orozco y Diego Rivera. 

En la campaña de alfabetización Vasconcelos convoco a todo aquel que supiera leer y escribir a convertirse en maestros honorario, que una ves siendo así, llenaban las calles de las ciudades, enseñando a leer y escribir. Vasconcelos dirigía la misma llamada a las mujeres, en especial a las señoras y señoritas de toda la República que no tenían trabajo fuera de sus hogares, y las invitaba a que, dentro o fuera de ellos, dedicaran algunas horas a la enseñanza de niños, hombres y mujeres. Los profesores honorarios llevarían a sus alumnos, una vez que lo estimaran conveniente, ante los profesores e inspectores oficiales, a fin de que los examinaran y, en su caso, les expidieran certificado de saber leer y escribir.

Vasconcelos también abrió los centros diurnos de cultura, la carencia de un sistema de salud pública y de asistencia social en las áreas más populosas y pobres de la Ciudad de México. Estos eran no sólo un lugar destinado a impartir conocimientos sino un medio para promover el bienestar socioeconómico y también la salud de la comunidad y de los niños.Uno de los centros de esta campaña fue la Escuela de la Casa del Obrero de la Colonia de la Bolsa, una de las más miserables del México de aquella época. La escuela de la Colonia de la Bolsa, logró identificarse de tal modo con la comunidad que se convirtió en centro de vacunación y ahí mismo se instaló un departamento de salud.

Julián Carrillo director de la Facultad de Música viajaba por el interior del país, averiguó hasta qué grado los estados habían apreciado la importancia de la campaña contra el analfabetismo, y notó que la mayoría de los ciudadanos no había tomado en cuenta un asunto de tamaña trascendencia. En consecuencia, “Carrillo proponía a Vasconcelos” primero, dirigir una serie de oficios a todos los periódicos de la república, con la invitación para hacer propaganda en favor de la campaña; segundo, comisionar a un ciudadano encada una de las manzanas de las ciudades, villas, aldeas y pueblos, a fungir de director de manzana, y así poder seleccionar a los profesores honorarios; tercero, recomendar que los jefes de manzana fueran los ciudadanos más caracterizados y que el gobernador mismo lo fuera de su respectiva manzana; cuarto, extender nombramientos universitarios a todos los directores o jefes de manzana y quinto, autorizar que en cada manzana, cuando ya no hubiere más analfabetos, el jefe de la misma levantara una bandera blanca. Vasconcelos autorizó inmediatamente la realización del plan, y se proponía, al mismo tiempo, fomentar el sentimiento nacionalista.

Impulsó al mismo tiempo la educación indígena, la rural, la técnica y la urbana; creó redes de bibliotecas, misiones culturales, escuelas normales y casas del pueblo, que convirtió en centros educativos básicos. Fomentó la lectura, editó colecciones de libros de los autores clásicos, apoyó la obra de los primeros muralistas y construyó el Estadio Nacional como lugar de espectáculos populares. Se destinaron presupuestos para mantener las escuelas primarias, secundarias, industriales, agrícolas y profesionales. Se efectuaron intensas campañas de alfabetización y de formación de maestros y técnicos. Se fundaron escuelas rurales e indígenas en todas las regiones del país, y al mismo tiempo se abrieron nuevas escuelas técnicas y de oficio como la Escuela de Ferrocarriles, Escuela de Industrias Textiles, Escuela Nacional de Maestros Constructores, Escuela Tecnológica para Maestros, Escuela Técnica de Artes y Oficios, Escuela Nacional de Artes Gráficas, Escuela Técnica de Taquimecanógrafos, Escuela Hogar para Señoritas "Gabriela Mistral". Además de estas escuelas, existían otras 88 de tipo técnico: mineras, industriales, comerciales y de artes y oficios, 71 de carácter oficial. Logró que los talleres Gráficos de la Nación pasaran a la SEP, y se entregaran más prensas al Departamento Editorial. El plan vasconcelista era publicar cien obras fundamentales de la cultura universal, y al mismo tiempo, libros de índole técnica que sirviesen de auxiliares docentes y elementos de autoaprendizaje. Los clásicos que se imprimieron de la literatura universal fueron: La Ilíada, La Odisea, Las tragedias de Sófocles, los Diálogos de Platón, la Divina Comedia, el Quijote entre muchos más y que a sólo dos años y medio de gestión creara 671 bibliotecas bien documentadas.

En la política educativa oficial se propuso la ampliación de la infraestructura y extensión de la educación, así como la elevación no sólo de la calidad, sino de la especialización. Cimentó las bases para una conciencia y sentimiento nacional con la construcción de una identidad mexicana en el arte musical, estético y escrito.

Sin embargo, a pesar de los avances logrados en el impulso inicial de la Secretaría, la lucha electoral por la sucesión presidencial de 1924, que desembocó en la rebelión de la huertista, y, las presiones norteamericanas plasmadas en los compromisos acordados en las conferencias de Bucareli, limitaron el alcance nacionalista que se pretendía en el proyecto vasconcelista, pues aunque no se abandona el proyecto original, éste se modera.

Vasconcelos dejo la sep el
2 de julio de 1924 al estar desacuerdo con la elección del candidato Plutarco Elías Calles a la Presidencia de la República, Se exilió nuevamente del país para recorrer Europa, Asia y América, y regresó para contender por la Presidencia de la República en 1929 la que perdió por un sonado fraude electoral. Con el primer fraude, orquestado por el entonces PNR, tuvo que salir del país y proclamar el Plan de Guaymas, pidiendo al pueblo de México que se levantara en armas para defender la transparencia electoral. No obtuvo respuesta con lo cual fue a vivir a España, Argentina y Estados Unidos lugares donde escribió y publico algunos de sus más importantes libros como Ulises Criollo, y notas criticas al gobierno mexicano.
Regresó en 1940 para desempeñarse como profesor, director de la Biblioteca Nacional y periodista de varios medios, especialmente de la Cadena García Valseca, actualmente Organización Editorial Mexicana.
Murió a las 8 y media de la noche del 30 de junio de 1950 después de sufrir cinco infartos, de escribir más de 43 libros y cientos de artículos en la prensa nacional e internacional. Quedó pendiente el Premio Nobel de Literatura por el que estaban haciendo gestiones sus amigos y excolaboradores.
Vasconcelos resumió la función de la SEP como un servicio público para salvar a los niños, educar a los jóvenes, redimir a los indios, ilustrar a todos y difundir una cultura generosa y enaltecedora.


No hay comentarios:

Publicar un comentario